jueves, 12 de abril de 2012




La noche está muy atareada 
en mecer una por una, 
tantas hojas. 
Y las hojas no se duermen 
todas. 

Si le ayudan las estrellas, 
cómo tiembla y tintinea la infinita 
comba eterna. 
            ¿Pero quién dormirá a tantas, 
             tantas, 
si ya va subiendo el día 
por el río? 

(¿Dónde canta este país 
de las hojas 
y este arrullo de la noche 
honda?). 

Por el lado del río 
vienen los días 
de bozo dorado, 
vienen las noches 
de fino labio. 

(¿Dónde el bello país de los ríos 
que abre caminos 
al viento claro 
y al canto?) 

La noche está muy atareada 
en mecer una por una, 
tantas hojas. 
Y las hojas no se duermen 
todas. 

Si le ayudan las estrellas...
Pero hay unas más ocultas, 
pero hay unas hojas, unas 
que entrarán nunca en la noche, 
nunca. 

(¿Dónde catan este país 
de las hojas, 
y este arrullo de la noche 
honda?) 


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